La subida la realizaremos el 20 de febrero de 2008, a la cual "acudiremos" alrededor de 13 mascachapas ( como el guerrero número 13, je,je,je).
Por fin llega el día. Después de una noche de lluvia intensa, ¿cual es la sorpresa?, había pensado en hacer otro concurso, pero NO! Lo diré aquí mismo.
Exactamente paso esto:
Somos 13
Javi pequeño lleva su padre al médico 1
El día 20 aparecemos 5 mascachapas
A 13 que somos le quitamos 1 (justificado) 13-1=12
De 12 solo aparecen 5. 12-5= 7
Resultado: 7 rajados (Se aceptan sugerencias) por unas miserables gotas de agua, ahora, si hubieran sido de whisky, seguro que hubieran venido.
Bueno a lo que iba, que me pierdo.
Salimos del Puerto a las 7:45 después de disfrutar del viaje tocando todos los botones posibles al coche de Miguel llegamos en una hora a Bejis.

Vaya carro

Cuando llegamos al barranco, nuestro gozo en un pozo, la lluvia caída ha hecho crecer el cauce del barranco por lo que nos impide cruzarlo con facilidad, y debido a que se debe vadear en varias ocasiones decidimos improvisar, y nos vamos al nacimiento del Palencia. Después de aprovechar un puente natural sobre el río y no caerse nadie JODER, tomamos el sendero que nos lleva al nacimiento de este río que muere en nuestro pueblo.



Deshacemos lo andado y llegamos al coche, aquí comienza la subida al Penyaescabia en cuya cumbre nos espera el almuerzo. El inicio es una fuerte subida que hay enfrente del refugio, pero poco a poco esta seguirá igual de jodida, o más. De hecho, me fijo en las cabezas de la expedición y lo que yo creía que eran gotas de lluvia (coño si ahora no llueve) es sudor, sudor frío que recorre todos los poros de nuestra piel (que asco).

Desde el primer cortafuegos cogemos otro que lo atraviesa perpendicularmente, que girando hacia la derecha, en pocos metros nos deja el la pista que rodea al Penyaescabia.
Seguiremos esta pista nuevamente hacia la derecha y en un kilómetro (aprox.) nos deja en la senda que en varios ZIG-ZAG, nos subirá a la cima.

En esto descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo, y así como don Quijote los vio, dijo a su escudero.
-La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra.
-¿Qué gigantes? -dijo Sancho Panza.
-Aquellos que allí ves -respondió su amo- de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
-Mire vuestra merced -respondió Sancho- que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
-Bien parece -respondió don Quijote- que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Y diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda alguna, eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho, ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes iba diciendo en voces altas:
Magnificas vistas de los llanos de Barracas con los molinos de viento,



Bueno vale de batallitas.
Desde aquí fotos y pa Bajo (a la puta carrera). Eh y maricón el último.


Deshacemos el camino hecho y después de llenar más de cinco garrafas que es el limite de lo permitido(no diré quien) no piramos a Jerica, donde nos pegaremos todos una comidita, (que cada uno lo entienda como quiera).

Y colorin colorado, a tomar por culo
NOS VEMOS EN LA PRÓXIMA.