Los Mascachapas: El Perdiguero 3222m

Normalmente comienzo los relatos con " comienza esta aventura..." pues si en esta ocasión ha sido una autentica aventura, en la que, el de la guadaña ha flirteado con nosotros, pero se comió los mocos.

Comienza la aventura bebiendo unas cervezas en Benasque, casualmente como acaban todas nuestras rutas. Hemos adelantado la fecha a inicios de Junio, concretamente al 8 de junio, por lo que vamos ha encontrar más nieve de lo que solemos tener habitualmente.

La ruta de subida por el barranco de Lliterola, comienza en la carretera. Salimos temprano pero con nuestras habituales indecisiones, que donde llenamos agua, aquí o allí, retrasamos las salida 40min.

Prácticamente de noche progresamos junto al barranco y en poco tiempo llegamos a la cabaña de Lliterola, de momento el tiempo nos respeta, comentar que en Benasque estuvo diluviando prácticamente toda la tarde.

Comenzamos a ver grandes montañas, pero ninguna cima, todas cubiertas por las nubes. Seguimos progresando encontrando algún nevero, dejando el ibónet de Lliterola a nuestra izquierda ya que no vamos por el Collao dÓbago.

Llegamos al Ibón Blanco de Lliterola, no se podía llamar de otra manera, totalmente helado y cubierto de nieve la panorámica del Perdiguero es Tremenda. Pegamos un pequeño bocado antes de afrontar el pedregal que nos dejará en la cresta, para ello debemos de cruzar el desagüe del Ibón que por suerte está helado aunque comienza a verse alguna grieta importante.

Llegados al cresterio alcanzamos en primera instancia la cota secundaria del Perdiguero oriental, en el que por supuesto nos hacemos la correspondiente foto.

Continuando por la amplia arista buscamos nuestro objetivo, no sin antes encontrarnos algún paso donde debemos apoyar las manos, y una pala final de nieve para acceder a la cumbre en donde encontramos un montañero Valenciano que va siguiendo el GR-11, y como quien no quiere la cosa, lo completa con un goloso álbum de tresmiles.

Nos calzamos los Krampones para evitar sorpresas de última hora, y por fin accedemos a los 3222m el punto más alto del macizo del Perdiguero. Fotos y más fotos, hacia el Posets, el Aneto, Francia llena de nubes en fin, ESPECTACULAR.

El regreso lo hacemos por donde nuestros pies nos trajeron, hasta el Ibón Blanco ya que el regreso lo haremos por el barranco de Remuñé. Aquí comienza la verdadera historia.

Accedemos al portal de Remuñé a 2800m la estampa es preciosa pero... a nosotros la nieve nos va lo justo.

Con los crampones comenzamos una bajada por plagada de nieve parando en unas rocas a pegar otro bocado y proseguir un vertiginoso descenso hasta llegar al lecho helado del barranco, aquí nos encontramos con otro montañero valenciano. El problema lo encontramos en una garganta en la que debido al deshielo hace su aparición el torrente de agua enfurecida que unos metros más adelante se vuelve a esconder, bajo un manto de blanca nieve. Es aquí donde nos cagamos, por decirlo de una manera fina. Tenemos que cruzar una pala con mucha pendiente y con el desnivel hacia el torrente, uno a uno vamos pasando como podemos, eso sí un tanto acojonados. Pasado este punto la nieve prácticamente desaparece, igual que un tronco que servia de pasarela.

Vale de contar calamidades, alcanzamos el bosque y parece que va a llover, pero NO, al llegar a la carretera tenemos que bajar a buscar al fregoneta, a la puta carrera, cuando casi hemos llegado un coche plagado de bonitas chicas casi desnudas, nos paran y le digo a Ruben que suba el que a mí me da la risa. Es broma esra una familia a la que le estamos muy agradecidos.

Y colorin colorado esta aventura a acabado, bueno se me olvidaba, por la noche nos tomamos las cervezas, algún cubata y hay quien perdió y hay quien ganó al Futbolin.